Yo elegí ese vestido porque no podía ser otro y como le comenté a Carlos Garsán, el periodista que me entrevistó yo me vestía con un sentimiento, y si no se puede entender ésto, no se puede entender nada. Al día de hoy no me arrepiento de haberlo elegido, el vestido y el marido. Mil gracias a todos los integrantes de Álvaro Moliner por contribuir al día más feliz de mi vida y por todo el cariño que me distéis.
Aprovecho la ocasión para explicaros a tod@ los que han utilizado fotos mías en otros blogs que cuando se utilizan fotos personales, siempre SIEMPRE se debe pedir permiso a la persona, que se publiquen no quiere decir que se puede hacer con ellas lo que uno quiera.
Y a las que se quieran ahorrar un dinero, no os hagáis un vestido de fallera, comprar uno de segunda mano, total casi no cambian de una temporada para otra y se hace más de lo que os podéis imaginar y si queréis poder utilizarlo sólo es teñirlo y ya está.